[112] FIRMA EN SUPERVISIÓN DE PROYECTOS

En la supervisión de un proyecto propio de la Administración Local para una reforma parcial de una residencia permanente, por un funcionario, técnico de esa administración, y redactado por un arquitecto, también funcionario de la misma administración. ¿Es posible que aparezca, a mayores de la firma del arquitecto proyectista, la firma de otro funcionario (jefe de la sección de proyectos y de titulación profesional arquitecto técnico) en los planos y en el resumen del presupuesto?.
El artículo 10.2 de la L.O.E. exige que el proyectista sea arquitecto, cuestión que se cumple, pero no impide la firma de otros profesionales, e incluso permite la intervención de otros técnicos en los aspectos correspondientes a sus especialidades y competencias específicas. Así es posible y corriente, que incluso los propietarios particulares o promotores, estampen su firma en estos documentos como señal de conformidad.
¿Solamente la existencia de esta firma, a mayores, es cuestión suficiente para impedir la supervisión técnica favorable del proyecto?
Pere-Joan Torrent Ribert. Abogado
Mi respuesta es que la existencia en un proyecto de la firma de otros técnicos, diferentes al técnico funcionario, autor competente del proyecto, no puede ser ningún impedimento para la supervisión del proyecto ni para su aprobación. Ni siquiera entiendo como se ha podido plantear esta objeción. Puedo decirte que en algunas de las Administraciones Locales para las que yo he trabajado, en todos los proyectos de obras, ya fueran residenciales, ya fueran de ingeniería, además del arquitecto o ingeniero autor y responsable del proyecto, firmaban los planos los arquitectos técnicos, ingenieros técnicos, topógrafos que hubieran intervenido, ayudantes de topografía y todos los delineantes autores de los planos. Es más, en la Memoria del Proyecto, aparecían todos estos funcionarios o empleados, con su identificación y el cargo que desempeñaban en la Administración. Y digo todos, desde el arquitecto o ingeniero jefe hasta el último delineante. Y la Memoria siempre estaba firmada por el arquitecto o ingeniero jefe y el arquitecto o ingeniero técnico. Y esta costumbre, que considero muy acertada, tenía dos finalidades: una, para el currículum vitae de todo el personal que había intervenido en el proyecto; y la otra, para que constara a efectos de la responsabilidad que incumbe a todo el que hace un trabajo, dentro de su misión.

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